La dermatomicosis o pie de atleta es una infección en los pies producida por hongos. Ataca únicamente el pié, deformándolo y aumentando su volumen, imposibilita la deambulación, pudiendo llegar al tejido óseo.

El 90 por ciento de la población tiene sus pies colonizados por hongos y bacterias. Y aproximadamente siete de cada diez personas sufrirá de pie de atleta (tiña pedis) a lo largo de su vida. Sin embargo, esta infección común, en la mayoría de casos de carácter leve, no es tomada en serio por las personas afectadas, aunque sus consecuencias en casos extremos pueden ser serias. Un mal olor o sudoración excesiva de los pies pueden ser los primeros síntomas.

Le ofrecemos el tratamiento de pie de atleta para evitar que esta infección se transmita a otras personas en superficies húmedas, como pisos de duchas, piscinas o mediante el contacto con objetos como toallas o tapetes para el baño.

La presencia de verrugas comunes en la planta del pie o en el empeine se conoce comúnmente como papilomas. Este tipo de afecciones resultan del contacto directo de la piel de los pies con infecciones virales que se encuentran en la humedad de ciertos lugares, así como en la sudoración. Las verrugas plantares están causadas por un virus y se pueden reproducir. Un individuo que tenga una verruga podrá desarrollar verrugas adicionales.

Generalmente se presenta con los siguientes síntomas:

• Piel engrosada en tonos amarillentos o marrones. Las verrugas plantares son confundidas a menudo con callosidades o durezas en la planta del pie, en su parte final, donde generalmente se ven, aunque también pueden aparecer en los dedos.
• Lesiones o moretones agrupadas en áreas de gran tamaño. A esta afección se le conoce como verrugas o papilomas en mosaico.
• Quistes plantares.

Este tratamiento de quiropodología se aplica por lo general en niños y jóvenes que comparten su calzado con sus compañeros de clase o amigos que son portadores de este virus, por lo que se recomiendan hábitos de prevención y limpieza desde el hogar para evitar que la infección se propague.

La diabetes es una de las enfermedades metabólicas que causan más lesiones tisulares y óseas en las extremidades inferiores, a causa de los trastornos isquémicos que se producen en los pies. Los cuidados que debe tener el paciente de Pie Diabético serán de vital importancia para su calidad de vida. No olvidemos que gran parte de las amputaciones de las extremidades inferiores viene ocasionada por dicha enfermedad, pero, con una buena información y los cuidados adecuados, se puede evitar en la mayoría de los casos llegar a tales extremos.

Las alteraciones más frecuentes que nos encontramos son:

• Las neuropatías (pérdida de sensibilidad a la temperatura y al dolor). Comienzan con la pérdida de sensibilidad de manera progresiva, lo que hace que no nos percatemos de las lesiones que nos pueden producir unos zapatos inadecuados, así como quemaduras, ya sea por calor o frío.
• Daños a los nervios periféricos de los pies. Provocan trastornos en las respuestas sensoriales de estas extremidades, así como úlceras plantares y atrofias de la piel.
• Hipersensibilidad a traumatismos. El pie de los pacientes diabéticos presenta gran sensibilidad a afecciones en el talón y en las prominencias óseas.
• Lesiones sin dolor. Es frecuente que las lesiones propias del Pie Diabético trascurran sin dolor, situación que suele agravarse antes de que el paciente recurra a ayuda especializada.

Las durezas o callos son infartos de la piel debido a presiones o roces concentrados en puntos muy concretos del pie. Dicha presión no permite la correcta irrigación de la zona dérmica, con la consiguiente muerte celular, produciendo lo que llamamos dureza (tiloma) si es extensa o callo (clavo).

Para eliminar callos y durezas en los pies la solución no se limita a removerlos, hay que averiguar su causa, corregirla o evitarla. Eliminarlos sin más, es como hinchar una rueda con un agujero: sería más de lo mismo y empeoraría con el tiempo.

Los callos y las durezas en la planta de los pies son el resultado de problemas subyacentes, como deformidades óseas, formas incorrectas de andar o el uso de un calzado inapropiado. En otras personas existe una tendencia natural al desarrollo de dichas durezas debido a su tipo de piel.

Como especialistas en la rehabilitación del pie, en nuestra clínica ponemos a disposición de los pacientes con mayor riesgo de padecer durezas, como las personas de edad avanzada, diabéticos y obesos, procedimientos para retirar la piel gruesa con el fin de aliviar las dolencias que esto produce. Así mismo, les ofrecemos los accesorios y plantillas necesarias para distribuir apropiadamente las presiones en sus pies, para que la piel recupere a su estado normal y elasticidad.